miércoles, 1 de septiembre de 2021

La primera gran torre, que tuvo El Campín (1938)

Las presentes imágenes, fotografías y fotografismos, son un homenaje a un destacado elemento arquitectónico, que tuvo la primera versión del estadio Nemesio Camacho 'El Campín', de Bogotá, Colombia. Se trata de una torre, presumiblemente construida en concreto, acero y ladrillo. Debió permanecer en pie tan sólo unos 10 años, hasta qué hacia finales de la década del 40, se realizó la primera significativa readecuación, al estadio. Al momento no tengo información, sobre la razón que se tuvo para demolerla, eso sí, he visto que tal acción fue, y sigue siendo una costumbre en Colombia, y en la sociedad contemporánea. 

Las 20 imágenes que se muestran a continuación, tienen el siguiente origen: unas son fotografías (y partes de las mismas), realizadas por Gumersindo Cuellar, otras son fotogramas, que se han obtenido de una película de registro documental, realizada por la empresa cinematográfica de la familia Acevedo, y una es de la revista Cromos. Corresponden a los 1eros. Juegos Bolivarianos, ocurridos en Agosto de 1938, coincidiendo con los 400 años de la fundación de la capital. 

En los Juegos también se usó el estadio de la Universidad Nacional, cuya tribuna principal (Oriental), no estuvo lista para la ocasión y no contaba él con un entorno de árboles, como si El Campín. Esto se cita en caso de haber dudas, sobre el lugar que se aprecia, ya que existieron entre ellos elementos similares, como por ejemplo, un par de torres más sencillas, en el costado norte de ambos escenarios. Este otro estadio (que aquí no vemos), luce casi igual actualmente, contrario a las varias remodelaciones que ha tenido el Nemesio Camacho (E.C.).

Teniendo en cuenta que, la torre se ve construida sobre las gradas de Oriental, que se aprecian en ella por lo menos unos 7 pisos, incluida la terraza, que hay una separación amplia entre los mismos, que la tribuna de enfrente (Occidental), se observa tomada desde la parte más alta de la torre y que esa tribuna se conserva actualmente (2o. piso), viéndose que ella tenía una altura bastante inferior a la torre, tenemos entonces que el tamaño de esta obra, sería comparable al que tienen las actuales torres de iluminación artificial, o en efecto unos 9-10 pisos, de una construcción estándar.

Se lograron dos curiosidades que quiero resaltar: como Los Acevedo, hicieron planos (tomas), desde la parte superior, contamos con una suerte de planos - contraplanos, que nos dan una idea complementaria, en efecto, de la magnitud de la torre, y como era el punto de vista desde ella. También en esa altura máxima, se logran apreciar de cerca los ladrillos, que conforman su aspecto exterior; y una curiosidad adicional, consistente en que las dos últimas imágenes corresponden a registros de los autores originales, del material documental, ya que en la penúltima se ve a una unidad de filmación de Los Acevedo, y en la última, al fotógrafo Cuellar.

(Imágenes que se publican sin ánimo de lucro.)


Torre de El Campín, 1938, Juegos Bolivarianos
Fotografismo sobre imagen de Gumersindo Cuellar


Costado izquierdo, de la torre de El Campín, 1938
Fotografismo sobre imagen de Gumersindo Cuellar


Parte alta de la torre de El Campín, 1938
Fotografismo sobre imagen de Gumersindo Cuellar


Parte superior, torre de El Campín, 1938
Fotografismo sobre imagen de Gumersindo Cuellar




Vista desde la torre de El Campín, 1938, J. Bolivarianos
Fotografismo de fotograma, película familia Acevedo




Vista desde la torre de El Campín, 1938, J. Bolivarianos
Fotografismo de fotograma, película familia Acevedo




La torre de El Campín, vista desde Occidental, 1938
Fotografismo de fotograma, película familia Acevedo




Protocolos de los J. Bolivarianos y la torre de El Campín, 1938
Fotografismo de fotograma, película familia Acevedo




Protocolo en los J. Bolivarianos y la torre de El Campín, 1938
Fotografismo de fotograma, película familia Acevedo




Torre El Campín, costado derecho, 1938
Fotografismo sobre imagen de Gumersindo Cuellar




Torre El Campín, 1938, J. Bolivarianos
Fotografismo sobre imagen de G. Cuellar




Torre El Campín, 1938, en los Juegos Bolivarianos
Fotografismo sobre imagen de Gumersindo Cuellar




La Puerta Olímpica, vista desde la torre de El Campín, 1938
Fotografismo de fotograma, película familia Acevedo




Occidental, vista desde la torre de El Campín, 1938
Fotografismo de fotograma, película familia Acevedo




Tribuna Oriental-sur, vista desde la torre de El Campín, 1938
Fotografismo sobre imagen de la revista Cromos




Torre El Campín, vista desde la zona sur, 1938, J. Bolivarianos
Fotografismo sobre imagen de Gumersindo Cuellar




Atletas panameños y torre El Campín, 1938, J. Bolivarianos
Fotografismo sobre imagen de Gumersindo Cuellar




Torre El Campín, 1938, Juegos Bolivarianos
Fotografismo sobre imagen de Gumersindo Cuellar




Los Acevedo filmando y torre El Campín, 1938, J. Bolivarianos
Fotografismo sobre imagen de Gumersindo Cuellar




Gumersindo Cuellar y Torre El Campín, 1938
Fotografismo de fotograma, película de Los Acevedo


paulofduquer@outlook.com

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En la parte inferior está el archivo general por años. Este es el menú básico:

miércoles, 14 de abril de 2021

Sobre el periodismo científico


La primera reflexión viene dada porque todo el periodismo lo es, o por lo menos debería serlo, en cuanto a su elaboración, científico. Trabajo fruto de seguir un método, de hechos comprobables y de carácter público. Los eventos relacionados con la presente pandemia que padece la humanidad, nos han mostrado unas situaciones muy preocupantes, no tanto ligadas con el periodismo profesional, pero si con la difusión de informaciones públicas, a nivel masivo, que circulan valiéndose de los avances tecnológicos en lo que se basan las denominadas “redes sociales”, y cuyos contenidos han llegado a ser nefastos, ya que han intentado posicionar a la superchería, a la psudociencia (en el mejor de los casos), y a las teorías conspirativas. Capítulo aparte merecerían los interesados en la defensa del “movimiento antivacunas”, verdaderos sicarios contemporáneos.

Sin lugar a dudas, las informaciones referidas al trabajo de la comunidad científica, sus avances y hallazgos, debe seguir teniendo un lugar de primera importancia, en los medios estratégicos de prensa. Mejor aún, dicha participación o presencia, debería ser cada vez mayor en cuanto a cantidad, profundidad, y espacio que se le conceda a las publicaciones. Ya en cuanto a los productos, propiamente de carácter científico, en donde son famosas por ejemplo las revistas indexadas Nature, Science o Lancet (por citar algunas), lo ideal es que sus contenidos puedan ser cada vez más replicados por parte de la comunidad educativa, desde los niveles básicos hacia sus estudiantes, en el mundo entero.

Quiero mencionar en el campo audiovisual, a la serie Cosmos. Ya habíamos tenido la oportunidad de ver la versión realizada en la década de los ochentas, con la cocreación y participación del astrónomo Carl Sagan; y ahora, la versión contemporánea es transmitida por el canal de televisión de la National Geographic, con dos etapas de producción, hacia 2014 y 2020, ambas presentadas por el astrofísico Neil deGrasse Tyson. Esta obra cumple el doble propósito de la enseñanza y transmisión de sus contenidos científicos, en un lenguaje claro y ameno, pero también inculca el amor y respeto, a la ciencia propiamente dicha, que más que ser un fin en sí mismo, se plasma como el énfasis en un modo de ser empático, en el que priman el verdadero respeto hacia toda la creación, su comprensión y la imperiosa necesidad de su conservación. 


Arqueólogo Howard Carter, con el sarcófago del emperador egipcio Tutankamón (1923)
Fotografismo sobre imagen de la www.


paulofduquer@outlook.com

lunes, 1 de febrero de 2021

Solución a la crisis educativa, por la pandemia


Impreso relativo al Bachillerato por Radio, Colombia, siglo XX
Fotografismo sobre imagen de la www

 
En el siglo XX, se adelantaron con éxito en Colombia, y durante varios años, programas educativos que dieron solución masiva, para el estudio de la educación básica primaria y secundaria. Para ello se apeló al empleo de la radio y la televisión.

Actualmente hay una crisis, ya que una parte significativa de la población, no tiene acceso adecuado, a las interfases vía internet, para hacer el ejercicio educativo alterno, al que se tuvo que acudir por causa de la enfermedad del Covid 19.

La solución planteada, es entonces, retomar el uso de estas dos herramientas tecnológicas, de comunicación social, cuya practicidad y economía, está al alcance prácticamente de todos los hogares del país. Sus señales pueden viajar libremente, por el espacio radio-eléctrico.

El modelo entonces se complementaba, y aún sería viable, con el recibo y entrega de materiales y documentos impresos, por la vía del correo tradicional. Ojalá el gobierno, así como el gremio educativo, recapaciten y den todas las facilidades, para el empleo de esta solución.


Televisión educativa en Colombia, siglo XX
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